viernes, 17 de abril de 2009

Ade, El Ángel Caído

Han pasado muchos años desde entonces, siglos o décadas tal vez. Mis recuerdos de mi vida anterior, como humana vagamente los recuerdo, por no decir que son prácticamente nulos. Desde esa noche en que me convirtió, mi vida desde entonces no ha sido fácil, de la noche a la mañana me convertí, sin yo quererlo, y sin ser consciente de ello, en una criatura salvaje a la que yo siempre había temido: El vampiro.
Fue muy difícil intentar luchar contra algo que yo no quería ser. Pero con el paso del tiempo tuve que verme obligada a aceptar mi destino.
El destino de lo que sucedió hace quién sabe cuánto tiempo atrás, tiene un nombre, y su nombre es: Ade; Ade fue quién me convirtió en lo que ahora soy, Ade fue quién me enseño a ser y a admitir lo que mi destino me deparó y Ade me obligó a ser suya, a amarle y ser su prisionera en su mundo, en el mío, en el mundo de los vampiros.